La pugna por maximizar el beneficio y minimizar la inversión, ha llevado a la industria cosmética a la creación de sustancias, que lejos de ser beneficiosas para la piel la perjudican.
La verdadera manera de cuidar la piel es aportándole nutrientes, para protegerla , nutrirla o, en su caso, regenerarla. Pero existen sustancias que, en el mejor de los casos, no aportan nada ya que tienen efectos meramente ópticos, engañando a la vista un par de horas, pero que a la larga pueden resultar dañinas para la epidermis:
1.- Agentes químicos que hinchan la piel, haciendo desaparecer pequeñas arrugas. A largo plazo se expanden las células, el tejido decae, se vuelve flácido y la persona reacciona aplicándose más producto, porque tiene la impresión de que su piel no puede estar sin él.
2.- Agentes que decoloran. Sustancias agresivas como las compuestas por Ammonium aclaran la piel, dándole una apariencia más joven y fresca, cuando en realidad solo se trata de un engaño óptico, ya que una piel más oscura nos hace parecer mayores al acentuar las sombras.
Estas sustancias pueden causar disfunciones en la pigmentación, pequeñas heridas y fotosensibilización aguda.
3.- Agentes que aparentan hidratación. Como los aceites minerales que bloquean la barrera lipídica natural de la epidermis, resecándola y agrietándola, y dándola por su textura oleosa y siempre brillante, solo un aparente efecto hidratante.
4,- Agentes que se agregan para paliar los efectos nocivos de otros agentes.
Entre las sustancias nocivas más peligrosas, destacan los:
ACEITES MINERALES
Aunque su nombre no suene peligroso, por hacernos pensar en minerales, no tienen nada que ver con sustancias nutrientes ni sales, sino que se trata de un producto muy barato derivado del Petróleo.
A parte de ser económicos para la industria tienen la ventaja de una pureza que impide el crecimiento de bacterias y además mejoran la absorción de la crema sobre la piel por su textura fina y sedosa. Pero son altamente cancerígenos, como casi todos los derivados del Petróleo. Tapan los poros bloqueando la respiración de las células y extraen la humedad de la piel sacándola a la superficie y dánole apariencia de "hidratada", pero al dejar de usar el producto, la piel está más reseca que antes y parece adicta a la sustancia.
Están en casi todas las barras protectoras de labios. En el INCI (Nomenclatura Internacional de Ingredientes Cosméticos), figuran bajo las siguientes denominaciones: Mineral Oil, paraffinum,paraffinum liquidum, petrolatum.
También son derivaos del Petróleo las siliconas, silicone quaterniu, methylsilanol y se esconden en nombres como: cera microcristalina, ozokerit, ceresín e incluida la vaselina que tanto se utiliza como protector labial.
¡Vaya, Rosi! Nos engañan como a chinas, nos hacen atentar contra nuestra propia salud. La verdad es que no suelo creerme ni la mitad de lo que se publicita, pero nadie estamos libres de caer en la tentación y echarnos mejunjes que no nos convienen.
ResponderEliminarGracias por la información!!
Un besote
Gracias por la información!!
ResponderEliminarSaludos.
Nita
Estupenda informacion que comparto !!!
ResponderEliminarCariños
Hola Rosi, veo que somos fáciles de engañar a la hora de querer parecer más jóvenes, y es que el tiempo no perdona, asumir lo que somos no es abandonarse, pero hay veces que me dan ganas de volver al jabón “lagarto” de antes, jajaja, es broma amiga, pero es verdad que pocas cosas hay que esconda la edad, aunque la piel bien tratada es una buena manera de agradecer cada día el espejo que siempre nos dice la verdad. Amiga, una buena entrada llena de excelente información. Un beso.
ResponderEliminarPues sí Rosi, hay que andar con pies de plomo con lo que te echas en el cuerpo. Yo hace tiempo me pasé a la cosmética orgánica.
ResponderEliminarUn abrazo